¿Qué son y cómo tratarlos? La vesícula biliar es un órgano pequeño con forma de pera, que se encuentra debajo del hígado. Su función principal es alojar los 1,000cc ó 1,200cc aproximados de bilis que el hígado produce a diario, equivalentes a unas 3 a 5 tazas de bilis por día.
Al comer, especialmente alimentos que son muy grasosos, la vesícula expele la bilis hacia afuera a través del conducto cístico y a su vez, al intestino delgado.
La mayoría de las personas que tienen piedras o cálculos en la vesícula (Colelitiasis), no presentan síntoma alguno, tanto así, que el 80% de las personas con cálculos en la vesícula pueden pasar hasta 20 años sin presentar síntomas.
No obstante, el no presentar síntomas no quiere decir que no se puedan presentar condiciones como la Colecistitis, que es la inflamación de la vesícula biliar de forma aguda (corto tiempo) o crónica (tiempo más prolongado). También puede darse el caso de Vesícula Biliar Perforada, que es cuando la vesícula revienta, gotea o filtra líquido y esto pudiese ocasionar la muerte del afectado.
El cólico biliar es la afección más común que se da en la persona, y se presenta en la forma de un dolor agudo en el abdomen causado por el bloqueo del conducto cístico. El dolor de la vesícula biliar o cólico biliar es por lo general ocasional y de inicio súbito. Comienza en el medio o hacia el lado derecho del abdomen y puede durar de 30 minutos a 24 horas, generalmente después de la ingesta de grasas.
Otros síntomas podrían ser fiebre baja, nauseas, intolerancia a la grasas, ictericia (color amarillento de la piel), lo cual puede ocurrir si las piedras o cálculos de la vesícula biliar se localizan en el conducto biliar común; y dolor en el lado superior del abdomen e hinchazón en la zona.
Tratamiento y metodología
La remoción de la vesícula o Colecistectomía es uno de los procedimientos quirúrgicos más comúnmente realizados y, hoy por hoy, dicho procedimiento es realizado laparoscópicamente de manera mínimamente invasiva.
En la Colecistectomía laparoscópica se realizan cuatro pequeñas incisiones en el abdomen de 3mm a 5mm. Se infla el abdomen con bióxido de carbono, se inserta el laparoscopio que cuenta con una fuente de luz y una cámara de video, y a través de estas pequeñas incisiones, se insertan otros instrumentos quirúrgicos los cuales se utilizan para remover la vesícula biliar.
Entre los procedimientos mínimamente invasivos también se realiza la Colecistectomía por puerto único, introduciendo el laparoscópico, instrumentos quirúrgicos, y engrapadora a través de un solo orificio o nivel umbilical, con resultados cosméticos bastante aceptables, con iguales beneficios de la laparoscopía.
Recientemente se incorpora como una opción quirúrgica la Colecistectomía Laparoscópica Robótica asistida, con los precisos movimientos del cirujanos transmitidos a la plataforma quirúrgica robótica del Da Vinci en visión 3D – HD; y mayor precisión quirúrgica.
Otro de los procedimientos, y el menos elegido por pacientes, es el de la Colecistectomía abierta, en el que el cirujano hace una incisión de 5 a 6 pulgadas de largo, en la parte superior derecha del abdomen y corta a través de las capas de la pared abdominal (tejido graso, fascia, músculo, peritoneo) para poder llegar a la vesícula biliar y poderla extraer, pero con la desventaja del resultado cosmético de la cicatriz y mucho mayor dolor post-operatorio, en comparación con los procedimientos laparoscópicos mínimamente invasivos.
Si usted o conoce algún familiar cercano que presente síntomas de cólico biliar, lo más prudente sería que acuda al médico o especialista lo más pronto posible para poder realizarse pruebas diagnósticas como el Ultrasonido o Ecografía Abdominal, y exámenes comunes de laboratorio sanguíneo como hemograma completo y pruebas de función hepática.
En nuestro Grupo Quirúrgico especializado nos dedicamos a brindarle la mejor y más profesional atención para que usted y su familia tenga una salud óptima con los mejores resultados quirúrgicos.
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