Cuando nos referimos a caries, la imagen que se nos viene a la cabeza es la de un niño ya grande o de un adulto, que por mala higiene padece de dolor y debe recurrir a un odontólogo por una reparación en piezas permanentes. Sin embargo, al ser el alto consumo de azúcares y la mala higiene los principales causantes de las caries, éstas también pueden ocurrir en dientes de leche.
La caries es una infección bacteriana que ocasiona la desmineralización de los tejidos duros del diente que son, citados desde la capa más externa, esmalte y dentina en la corona y cemento en la raíz.
"Cuando los restos de comida no son retirados de manera apropiada, éstos se descomponen formando ácidos que son los causantes de la desmineralización. Esta desmineralización puede comenzar como una mancha blanca (conocida como caries blanca) y posteriormente convertirse en cavidad, si no ocurre un proceso de remineralización", explica la odontopediatra Brenda Achon.
Señala que cuando la caries llega a la dentina, que es la segunda capa del diente, generalmente se experimentan molestias cuando se consumen alimentos dulces y fríos. Y si sigue avanzando, el deterioro llegará a la pulpa o nervio del diente, lo que ocasionará dolor al ingerir alimentos, dolor espontáneo o/y dolor nocturno.
La remineralización del diente se logra mediante cambios en la alimentación, que contempla ingerir menos carbohidratos y azúcares, y en los hábitos de higiene, que incluiría la utilización de pastas fluoradas y enjuagues con flúor.
"En el caso de los bebés, no se recomienda que la madre sople ni pruebe la comida del niño, ya que puede transmitirle las bacterias de su boca al mismo y así aumentar los riesgos de infección", cuenta la odontopediatra.
Caries en dientes de leche
De acuerdo con Achon, las caries en los dientes de leche se deben principalmente al uso de la mamadera durante la noche, bien sea al momento de dormir o cuando el niño se despierta varias veces durante la noche para comer, lo que impide la limpieza de los dientes después de la ingesta.
Lo anterior, aunado a los inadecuados hábitos de higiene, pueden llevar al síndrome conocido como Caries de Biberón, en el que la mayor parte de los dientes del niño presentan lesiones cariosas.
"El síndrome Caries de Biberón afecta principalmente a los niños que se duermen con una mamadera de leche o líquidos azucarados como jugo o agua con miel. Afectará a los dientes que tengan más contacto con los líquidos, que generalmente son los incisivos superiores y los molares inferiores, aunque hay ocasiones en que todas las piezas están afectadas. Hemos visto pacientes con 20 dientes de leche y 20 caries", señala.
La leche materna también puede producir caries, si los hábitos de higiene no son adecuados.
"La caries de biberón se producen porque la leche o los jugos azucarados se quedan 'empozados' durante mucho tiempo entre los cachetes y lengua; luego éstos se descomponen formando ácidos que comienzan a desmineralizar el esmalte y se forman las caries. Cuando estos ácidos no son retirados debidamente y los dientes no alcanzan una remineralización o endurecimiento, dará como resultado lesiones cariosas", precisa la odontóloga.
Diagnóstico y tratamiento
Según Achon, no todas las manchas blancas ni oscuras que se visualizan en los dientes son caries. Para confirmar que se trata de lesiones cariosas, el odontólogo utiliza una herramienta llamada explorador, con el que inspecciona todos los surcos y fisuras de los dientes para descartar la presencia de caries. Obviamente si la caries es muy grande, será visible a simple vista.
Prevenir el desarrollo de caries es el mejor tratamiento; sin embargo, una vez se produce, mientras más temprano se identifique, menos agresivo es su manejo o tratamiento.
"Cuando la caries de hace visible a simple vista, no significa que no pueda corregirse. Aunque la caries esté muy avanzada, existen varios tratamientos que se pueden realizar antes de pensar en una extracción dental", indica.
La odontopediatra comenta que la solución más simple es retirar el material cariado y colocar una restauración o calza. En el caso de los niños, señala que si la lesión llega al nervio puede ser necesaria una pulpotomía, que consiste en retirar la porción coronal del nervio, o una pulpectomia que se refiere a retirar en su totalidad el nervio de la pieza.
Como medidas preventivas de las caries en dientes de leche, Achon destaca la importancia de lavarle los dientes a los niños desde que aparece el primer diente en boca. "Si el bebé se queda dormido mientras se le amamanta o después de su leche, es conveniente darle una mamadera con agua para enjuagar un poco la leche que queda en la boca. Si está más despierto, podría también limpiársele con una gasa, la punta del pañal o una toalla el fondo de los cachetes y los dientes, y en cuanto despierte en su totalidad proceder con una mejor higiene".
Si se trata de un niño más grande, la odontopediatra enfatiza en que la mejor higiene se lleva a cabo mediante el cepillados de los dientes con pastas fluoradas (siempre y cuando sepa escupir) y pasarle hilo dental antes de dormir.
Recalca además la importancia de las visitas al odontólogo cada 6 meses, una vez aparezca el primer diente, acción que ayudará a la detección temprana de problemas de caries y dentales en general. Durante estas visitas, el odontólogo puede colocar también selladores de fosas y fisuras en las piezas posteriores para protegerlos contra las caries oclusales.
"Los dientes de leche son igualmente susceptibles a caries que los permanentes. A los 6 años aproximadamente, erupcionan los I molares permanentes. Cuando existe caries de biberón, malos hábitos de higiene y ausencia de atención dental, es muy común que estas piezas permanentes presenten caries, pues erupcionan en un ambiente sucio y ácido", puntualiza.