Por: Victoria Ward, Directora Regional de Save the Children para América Latina y el Caribe.
Los beneficios de la leche materna para la nutrición, equilibrio y fortalecimiento del sistema inmunológico de niños y niñas en edad lactante están validados mediante años de investigación científica. Es concluyente que no existe una fórmula sustituta que brinde todos beneficios que la leche materna. Aun así, no es raro encontrar que, desde los mismos sistemas de salud, que tienen el deber de promover y generar políticas públicas en pro de la lactancia materna, es donde se facilite el acceso a fórmulas sustitutas a las madres de niños y niñas en lactancia.
Poco más de 4 décadas han pasado desde que el Código Internacional de Comercialización de Sustitutos de Leche Materna de la Organización Mundial de la Salud fue adoptado. A partir de ese hito histórico, en América Latina y el Caribe, la mayoría de los Ministerios de Salud fueron incorporando políticas de promoción de la lactancia materna, sin embargo, los avances en esta materia no han llegado a cumplir los logros esperados.
Para mí fue una sorpresa cuando hace pocos años visité una clínica de salud pública ubicada en una comunidad indígena, de un país de la región y vi que las mujeres recibían paquetes de fórmula sustituta. Al indagar los motivos con los oficiales de salud, me aseguraron que hacían mucho énfasis en los beneficios de la lactancia materna, pero que en este lugar de extrema pobreza una donación no se podía desperdiciar.
Desde Save the Children hemos detectado en América Latina y el Caribe, instalaciones públicas de salud donde se carecía de recursos para dar servicios de apoyo a la lactancia materna. A raíz de esto, hemos abierto programas para brindar este servicio crítico en múltiples centros de la región.
En 2023 la revista Lancet lanzó una serie de artículos sobre lactancia materna que abordan, entre otros temas, como ciertos comportamientos típicos de niños y niñas lactantes como por ejemplo, los patrones de sueño distintos a los de los adultos o el llanto, que son parte del desarrollo normal de los bebés son malinterpretados por estrategias para la comercialización de fórmulas sustitutas a la leche materna, causando desinformación en las madres, profesionales de la salud, políticos y tomadores de decisión. La evidencia que aportan estos estudios es clave para comprender las prácticas comerciales que desmotivan y obstaculizan la lactancia materna.
Aún queda mucho por hacer para el fortalecimiento de los sistemas de salud públicos que deberían proveer este servicio crítico para que niños y niñas inicien su vida con todas las bondades que le brinda la leche materna. Invito a los gobiernos de la región y todos que velan por los derechos de la niñez a que revisen esta serie de estudios y editoriales para que juntos combatamos la desinformación y sigamos fortaleciendo la lactancia materna que le hace tanto bien a los sistemas de salud pública de nuestra región. Promover la lactancia materna en América Latina y el Caribe es clave para que los niños y niñas estén mejor nutridos, con sistemas inmunológicos fortalecidos y con lazos fuertes de ternura que se generan al tener contacto con la madre durante la lactancia.