Es totalmente normal que ante una cirugía surjan cientos de dudas, entre éstas: ¿cuánto dura?, ¿cómo se realiza?, ¿qué implica?, ¿es seguro?, ¿cuáles son los riesgos?, ¿cuál es el resultado?, ¿y la anestesia?, ¿estoy realmente sano para operarme?.
El éxito de una cirugía depende de muchos aspectos, que tienen su inicio en las condiciones en las que se encuentra el mismo paciente. Estas condiciones incluyen la ingesta, recetada o no, de cierto tipo de medicamentos, algunos de los cuales pueden estar contraindicados al momento de llevarse a cabo una cirugía.
En este sentido, en la preparación para una cirugía o procedimiento quirúrgico, sea de urgencias o electivo – programado; es decir, una cirugía ambulatoria o que aumente su hospitalización al ser más compleja la intervención; es importante que el paciente cuente con una lista de medicamentos que esté tomando por enfermedades crónicas, y que deberá dar a conocer al cirujano, sin discriminar.
Esta lista debe incluir todos los medicamentos que se estén ingiriendo, incluyendo aquellos medicamentos sin receta que son comúnmente usados como la aspirina, así como vitaminas, hierbas o suplementos naturales. También es muy importante hacerle saber al cirujano si se es fumador, si se ingiere alcohol con frecuencia o sí se consume algún tipo de droga.
En general, se aconseja suprimir transitoriamente la medicación innecesaria de forma previa a la cirugía, durante un tiempo suficiente, normalmente 4-5 veces su vida media, que permita eliminar los medicamentos consumidos y sus metabolitos activos. Esto supresión implica diferenciar entre la medicación necesaria de la innecesaria o perjudicial. Y que también la suspensión de la medicación necesaria, por tratamiento, puede provocar un agravamiento de la enfermedad para la cual se está indicando la cirugía, haciendo al paciente más vulnerable a diversidad de riesgos.
Mayormente, cuando el médico indica evitar o suspender ciertos medicamentos o suplementos antes de su cirugía, lo hace para disminuir el riesgo de hemorragia y porque algunos de éstos pueden inducir o mantener la anestesia administrada. Ambas condiciones representan un riesgo quirúrgico, podrían complicar el procedimiento, y harían de su recuperación un proceso todavía más lento y delicado.
Si se toma cortisona, prednisona o cualquier corticoesteroide debe comunicarse al cirujano antes de la intervención, no debe suspender este tipo de medicamentos antes o después de la cirugía.
Está permitido ingerir acetaminofén, según sea necesario para malestares y dolores menores.
Cabe destacar que la lista a continuación sólo incluye algunos de los medicamentos que deben suspenderse previo a una cirugía, no sin antes informar su consumo al médico tratante y al cirujano.
Otros productos o suplementos también podrían causar problemas de sangrado.
a.- Productos de receta con aspirina u otros salicilatos: Amigesic, Alov, Diflunisal, Dolobid, Norgesic, Novasal, Panasal, Salflex, Salsitob, Trilisato y Zorprina
b.- Productos de receta con agentes anti inflamatorios no esteroideos: Diclofenaco, Indometacina, Ketoprofeno, Naproxeno, Oxoprozina, Piroxicam, Sulindaco, Trilisatos, Ketorolaco e Ibuprofeno
c.- Otros medicamentos de receta: Celecoxib, Clopidogrel, Clipiriclamol, Valdecoxib y Ticlopidina
d.- Productos con aspirina o solicitados sin receta: Productos alka-seltzer, Bufferin, Ecotrin, Excedrin y Aspirina Bayer
e.- Productos sin receta anti – inflamatorios no esteroideos: Advil, Aleve, Motrin, Naproxeno y productos con Ibuprofeno.
f.- Medicamentos anticoagulantes: Enoxaparina, Warfarina (coumadin), Xarelto, Heparina y Dalteparina
g.- Productos a base de hierbas y suplementos naturales: Anis, Árnica, Manzanilla, Ajo, Borojó, Noni, Aloe Vera, Jengibre, Ginseng, Ginkgo Biloba, Vitamina C y E, Té Verde y ácidos Omega 3.
Dr. Alejandro Yuil Valdés
Cirugía General, Laparoscópica y Minimamente invasiva
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