Los Dermatólogos somos los médicos idóneos para revisar los lunares a través del Dermatoscopio. El ABCDE es una serie de criterios que pueden ayudar a distinguir un lunar normal de una lesión cancerígena, de un melanoma. Esos criterios son: Asimetría, Bordes, Color, Diámetro y Evolución, de ahí la regla del ABCDE.
●ASIMETRÍA en alguno de sus ejes.
●BORDES irregulares.
●COLOR variado, no uniforme.
●DIÁMETRO mayor de 6 mm.
●EVOLUCIÓN. Si detectamos que uno de nuestros lunares cambia.
En el consultorio realizamos una exploración clínica basada en esta regla y le damos seguimiento a la evolución de los lunares.
La principal técnica con la que contamos los especialistas para la revisión de lunares es la Dermatoscopia, que consiste en la realización de una microscopía de superficie sobre la lesión pigmentada con objeto de observar las características internas de la misma, como lo son la red pigmentaria, su distribución a lo largo de la lesión, la configuración de los bordes o la existencia de estructuras propias de los melanomas.
Los Dermatólogos podemos hacer un diagnóstico de los lunares observando la piel del paciente durante un examen dermatológico, inspeccionamos la piel de la cabeza a los pies. Si el médico sospecha que un lunar puede ser canceroso, este se extirpará y se enviará a un laboratorio para examinarlo con un microscopio (biopsia).
Los lunares pueden ser marrones, marrón claro, negros, rojos, azules o rosados, pueden ser suaves, arrugados, planos o tener relieve y es posible que les crezca vellos.
La protección solar es fundamental en nuestra piel, debemos recordar que nuestra piel tiene memoria y que las quemaduras por asistir a playas, piscinas o ríos, nos pueden ocasionar graves problemas en la piel que pueden durar toda la vida.
En Panamá tenemos sol prácticamente todo el año y los Dermatólogos, en conjunto con la Asociación Panameña de Dermatología, anualmente realizamos una Campaña sobre el uso diario del protector solar.
Es importante recordar que si vamos a tomar sol, las horas recomendadas son antes de las 9 de la mañana y después de las 4 de la tarde, aplicar el protector solar cada 2 horas y utilizar sombreros, lentes y ropa con mangas para proteger nuestra piel mientras estamos expuestos al sol.