Hoy mujeres y hombres, en especial las primeras, se preocupan de lucir una piel tersa, limpia, sana y libre de imperfecciones. Las manchas en la piel son una de estas imperfecciones. Se trata de alteraciones en la uniformidad del color en determinadas zonas de la piel.
Las zonas más sensibles a las manchas son el rostro, el pecho y los brazos, debido a que son las áreas del cuerpo con mayor exposición solar. También son frecuentes las manchas en axilas, entrepiernas y zona íntima, debido a la irritación ocasionada por la depilación.
En este sentido, los factores de riesgo son la exposición solar, el fototipo cutáneo (es más común en pieles oscuras), la edad (a mayor edad mayor riesgo), los factores hormonales, la genética, la toma de ciertos medicamentos, el uso de cosméticos o productos que puedan causar irritación en la piel, entre otros aspectos.
"Es muy común observar manchas en axilas y entrepiernas, debido a la irritación producida por el roce y la humedad. También es muy frecuente la irritación de la piel debido a la depilación con cera. Los codos y las rodillas también suelen pigmentarse debido al roce constante", comenta el dermatólogo Reynaldo Arosemena.
Según explica Arosemena, en el caso de las axilas, entrepiernas y zona íntima, lo ideal es recurrir a la depilación láser para evitar la irritación ocasionada por otros métodos de depilación, mientras que con respecto a rodillas y codos, lo ideal es la humectación frecuente y el uso de protección solar, así como evitar el roce de dichas áreas.
La depilación láser asociada al uso de productos despigmentantes es un tratamiento cuya duración depende de cada persona, pero en promedio se lleva a cabo en ocho sesiones, una por mes.
"Los resultados se obtienen a partir de las dos o tres sesiones y los riesgos son mínimos si la depilación láser lo realiza personal idóneo con la tecnología y los parámetros adecuados", señala el dermatólogo.
Para rodillas y codos, Arosemena recomiendo el uso de cremas despigmentantes y peelings, indicadas especialmente por un especialista. La duración de este tratamiento es de aproximadamente tres meses, y los resultados son visibles a partir del mes de iniciado el tratamiento despigmentante.
Los riesgos son las hipopigmentaciones, las discromías (pigmentación irregular) y la sensibilización de la piel; sin embargo, estos riesgos se minimizan si el tratamiento es supervisado por un especialista en piel.
"Hay que destacar que el blanqueamiento corporal no es permanente. Si el paciente no toma las precauciones necesarias y no realiza los cuidados de mantenimiento, la piel se puede volver a manchar", precisa.
"Lo habitual es que la persona se somera una vez por mes a estos tratamiento. No obstante, debe recordarse que se trata de tratamientos individualizados, porque cada paciente tiene una necesidad y condición particular", agrega.
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